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Mostrando entradas de 2010

Tengo un año

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Ya soy oficialmente adulto . ¿Qué significa eso para alguien como yo? Pues que paso de comer pienso de cachorro a pienso de adulto. Nada más. Es así de triste mi vida. Tengo un año y no sólo no me hago pis en casa sino que cuando no me puedo aguantar lloro y pido que me saquen a la calle. ¿Y qué obtengo a cambio? Nada. Siguen sin dejarme subir al sofá. Siguen sin dejarme subir a la cama. Siguen sin darme comida cuando cenan. Siguen limpiándome las orejas cada semana con ese líquido repugnante. Siguen sin dejarme jugar con la papelera del despacho y sin coger calcetines del cubo de la ropa sucia.Yo, la verdad, no entiendo qué hay de malo en todas estas cosas. Y como no le veo nada de malo lo seguiré haciendo hasta que cumpla 100 años, que es todo lo que pienso vivir. A veces me pillan en alguna trastada pero como ya soy bastante fuerte (24kg) y rápido, cada vez me es más fácil escapar. Si subo a la cama y no quiero bajarme, hago peso muerto. ¡Flipan para hacer que baje! Y cuando rob

Era rusa y se llamaba Laika

Cuando uno va a un concierto se pasa unos días escuchando las canciones del grupo, ¿no? Por eso no es raro que después de ver el musical de Mecano me haya dedicado a viajar en el tiempo y a recordar un montón de canciones que ya tenía en el baúl de los recuerdos. A mí me grababa las cintas (!!!) de Mecano mi madrina, pero recuerdo tener el original del Descanso Dominical de color azul (cómo molaba) y, ya más mayor, comprarme con mi dinero el Aidalai en el mercadillo de Xinzo y, con mi walkman dorado (!!!!) de medio kilo y auriculares enormes, bailar salsa al ritmo de las caderas de Carmela . Pero volviendo la vista atrás, lo más divertido de escuchar Mecano no es recordar, es entenderlo . Porque si nuestros padres cantaban a los Beatles sin tener ni idea de inglés, reconozcamos que nosotros cantábamos Mecano sin entender la mitad de las cosas. Para empezar, Ana Torroja era una chica que cantaba en masculino y eso ya complicaba un poco las cosas. La de vueltas que le di a aquel much

Querida Izarbe, o querido Nosabemos

Hace ya unos días que supe de tu futura existencia y desde entonces tenía en mente dedicarte una entrada en mi blog, pero no encontraba la inspiración. Deja que me presente: Me llamo Clara, soy un cocodrilo (bueno, vale, una cocodrila. 'Crocodile' en inglés) y tengo un montón de cosas que contarte. Resulta que ayer fui a ver un musical que se llama Hoy No me Puedo Levantar. Un musical es una obra de teatro donde además cantan y bailan.Ya te llevaremos a ver alguno, son muy divertidos. Éste estaba basado en las canciones de un grupo de pop español que se llamaba Mecano. Ya no existe, por desgracia, porque molaban bastante. Ya sé que en tu casa son más de Alaska (una mujer con pelos de loca que cantaba las canciones que te canta mamá para ir a dormir), pero seguro que te cantan también alguna canción de Mecano. Y si no, no sufras, que yo misma te grabaré un CD cuando llegue el momento. Encontré la inspiración para escribirte durante el musical de ayer. ¿Por qué? Pues porque c

Que dices...¿qué?

¡Que van a ser padres! ¡Pero qué fuerte! Como lo oyes. La entrada de hoy va dedicada a tres buenos amigos que en pocos meses serán papás. Felicidades Raquel. Parece que fue ayer cuando estábamos en Guildford comiendo pizza y fuet de casa y haciendo ver que estudiábamos. ¡Ay esa vida Erasmus qué lejos queda! Esa colchoneta que se inflaba (o no) con el secador de pelo, esa sangría que sin vino don Simón nunca era lo mismo, ese tabaco importado de casa (sin que nadie lo supiera claro) y esas excursiones a Londres en trenes que nunca teníamos muy claro si nos llevarían a donde queríamos. Hace 3 años, cuando vivía allí, volví a Guildford. Todo seguía igual: el bar con su terraza con bancos de madera, los edificios, nuestras residencias, la launderette....Estando allí parecía que el tiempo no hubiera pasado....pero vaya si lo ha hecho, ¡estás embarazada!  Y ya me contarás qué tal eso de parir (sí, ¡yo sí quiero saberlo todo!) que ya sabes que a mí me acojona mucho.Serás una madraza, esto

John Irving en la biblioteca pública Francesca Bonnemaison

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Tengo que agradecer a Gerard que lea el periódico, porque de no ser así, nunca me habría enterado de que ayer John Irving comparecía en la Biblioteca Francesca Bonnemaison de Barcelona. Entrevistado por los periodistas Óscar López y Antonio Lozano, nos regaló una hora y media de literatura, sabiduría, anécdotas y sencillez que seguramente a más de uno todavía nos supo a poco. Antes de nada, y sin que sirva de precedente, me gustaría romper una lanza a favor de la ciudad condal. De vez en cuando una disidente como yo tiene el placer de disfrutar de un acto cultural de este calibre y entonces se reconcilia un poco con Barcelona. Y qué grata fue mi sorpresa al ver que realmente y tal como avisaban los pronósticos, se llenó. ¡Ánimo! Aún hay gente que lee y no se queda en casa viendo el 'Sálvame'. Llegué con una hora de antelación y no tuve que esperar mucho para empezar a ver llegar a los editores de Tusquets. Una lástima no haberme acordado de llevarles los tres ejemplar

Diario de un basset hound mimado

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Qué pasa people! Sé que me echábais de menos, pero es que he estado muy liado comiendo, creciendo y aprendiendo a hacer mis cosas en la calle. Mola, porque cada vez que lo hago bien me dan unas chuches bueníiiiisimas! Pero cuando se me escapa en casa la cosa se pone fea de verdad. Cada vez se enfadan más, ¿no entienden que soy pequeño y no me puedo aguantar? Aunque tan pequeño ya no soy, porque ¿sabéis qué? Se me han caído dos dientes!!! A mi dueña le da un poco igual, pero mi dueño (q es el blandengue, lo tengo clichado) está todo preocupado porque me sale un poco de sangre y me ve morder cosas sin parar y cree que me duelen mucho las encías. El caso es que con la tontería y mi cara de pena he conseguido que me compre un cocodrilo de juguete que mola un montón!!! No me dejan subir al sofá. Son un rollo. Yo me subo cuando no me miran pero siempre me pillan y me hacen bajar. Claro, ellos se sientan allí y se ponen a mirar esa cosa cuadrada y pasan de mí. Jo. Y yo también quiero s

Born in the USA

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En realidad nací en Alicante, pero mis nuevos dueños no se acaban de enterar porque todo el día me dicen cantando que nací en los USA. Ui perdón, que no me he presentado: me llamo Bruce, tengo dos meses y medio y hace sólo 5 días que vivo en mi nuevo hogar, donde la verdad es que estoy muy a gusto. Me prohíben las cosas más guays, como subirme al sofá y a la cama, morder las zapatillas o pedir comida cuando se sientan en la mesa, pero yo no desisto, que son débiles y para eso me dio Dios esta carita de pena tan efectiva. Mis nuevos dueños molan, aunque hoy me han sacado a la calle poniéndome una cosa rara en el cuello que me pica y no me ha molado nada. Cuando hago pis fuera se ponen como locos y cuando lo hago dentro me echan una bulla que me quedo tieso. Yo creo q eso quiere decir q no les gusta que me haga pis dentro, y como a mí no me gusta que se marchen de casa, cuando veo que se ponen la chaqueta para salir empiezo a mearme en todas partes. ¿O qué se cree esta gentuza? ¡A mí

La puerta en el suelo

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“Había una vez un niño que no sabía si quería nacer, su madre tampoco sabía si quería que naciera. Vivían en una cabaña de un bosque, en una isla, en medio de un lago — no había nadie más alrededor. Y en la cabaña había una puerta en el suelo. El niño tenía miedo de lo que había en la puerta del suelo y la madre también tenía miedo. Una vez, tiempo atrás, otros niños habían ido a visitar la cabaña por navidad, pero esos niños abrieron la puerta del suelo y desaparecieron por el agujero. La madre entró para buscar a los niños pero cuando abrió la puerta del suelo oyó un ruido tan espantoso que el cabello le quedó totalmente blanco, como si fuera un fantasma. Y la madre también vio ciertas cosas, cosas tan horribles que no podéis imaginar. Por eso la madre dudaba de si quería tener al niño, especialmente por lo que podía ver tras la puerta del suelo, pero entonces pensó… ¿por qué no? Le podré decir que no abra la puerta en el suelo. El niño, sin embargo, no estaba seguro de querer