¡Nena! ¡las pantys! ¡que las regalo!
La crisis ha convertido al mundo en un gran mercadillo. Unos se aprietan el cinturón y a otros se nos va la olla y nos compramos un coche. Sí! Por fin! Como no me voy a comprar un piso en un futuro inmediato, ni me voy a casar, ni he tenido que amueblar mi casa, ni comprar electrodomésticos, ni me pienso quedar preñada en los próximos años, me voy a dar un capricho de la talla de unos cuantos miles de Euros. Responde al nombre de Nuevo Seat Ibiza, es de color verde citrus y me gusta, cada vez más. Siempre digo que a mí me podrían vender un coche sin motor, y es cierto. Yo elijo el color, me siento dentro y compruebo si la tapicería no es demasiado hortera y si el volumen de la radio se puede subir desde el volante (eh! que es importante!). Entonces llega el momento en que el comercial, trajeado y aplicando toda la teoría aprendida en sus múltiples cursillos de márketing y ventas, me lleva a su mesa y me pregunta: -¿Cuántos kilómetros vas a hacer al año? Este tío está de broma, ¿n