Al ritmo, al ritmo de la noche...
Dice mi prima que si no duermes 8h cada noche se te van muriendo neuronas. Pues bien, hoy he matado todas las que me quedaban. Ha sido tan duro volver, llevar tacones, vivir tan lejos, cercanías (grrrrrr), levantarse, desayunar gambas... En fin, no puedo pensar ni escribir y resulta que Pablo, vía mail, ha hecho el trabajo por mí y me ha dado permiso para copiarlo y pegarlo aquí. Así que, gracias Pablo: Que la noche de ayer fue una gran noche, es algo que seguro nadie me discutirá; que nos vamos haciendo mas adultos (para evitar la palabra "mayores) es algo fácilmente extrapolable del hecho que en lugar de patatas matutano y Cola Dia, los primeros y entrantes fueron canapés (tremendos, por cierto) y puddin de salmón y verduras entre otros, con vino de Rioja y el ineludible ponche de Silvia. Sin embargo, pese a todo, creo que pudimos sorprendernos (parcialmente almenos) a nosotros mismos estirando la noche hasta una hora mas propia del ir al trabajo que del volver de fiesta;