Volver a empezar....

El saludo de honor de hoy es para todos los profes del mundo, porque lo peor de nuestro trabajo es vivir hasta la jubilación el síndrome post-vacacional inaugurado año tras año por el Corte Inglés: La vuelta al cole.

Empieza la época en la que las noticias dejan de hablar del calor (como si de repente hubiera dejado de hacerlo) para comentar los "cienes y cienes" de Euros que les cuesta de media a las familias españolas la vuelta al cole de sus niños. Y la verdad es que no me extraña. No son sólo los libros, o el uniforme, o la bata, es TODO. Cada mes de septiembre hay que hacerle al niño un ajuar completo porque no se concibe que aparezca en clase con el estuche manchado de tipp-ex del año pasado (atención, año pasado = hace dos meses), o, Dios Santo!, que lleve una mochila de Ratatouille y no de Wall-E!! El niño tiene que entrar a clase oliendo a plástico nuevo, chuleando de regla multicolor y transportador supersónico que utilizará para dibujar soles o para hacerlo girar sobre sí mismo con el lápiz en medio, necesita tener una goma retráctil que borre boli y tiene que llevar zapatos nuevos dos números más grandes que sean, por supuesto, de invierno, porque no importa que estemos a 30º, es septiembre y YA NO ES VERANO. Y lo peor es intentar transmitirle a los niños esa ilusión fingida por "volver a empezar". Los compramos, señoras y señores. Asumámoslo. Volver al cole es una mierda y todos lo sabemos. La única ilusión posible es chulear de ajuar.

Pero los padres se dejan el sueldo a gusto, los ves por el corte inglés con una sonrisa de oreja a oreja en la que se lee un enorme POR FIN. Ah! Aún recuerdo como a mi madre se le llenaba la boca repitiéndome "ay, ya se te acaba lo bueno". La alegría les ciega y compran estuches como camiones, de 4 pisos, con 200 rotuladores, carpetas y mochilas de ruedas teledirigidas. Lo que quieras hijo, lo que tú quieras con tal de volverte a meter en la cama a las 10 y enchufarte 8 extraescolares a la semana.

Sólo hay algo capaz de entorpecer este estado de absoluta felicidad: forrar los libros. Porque la mochila de Wall-E y el transportador no son nada si uno saca en clase el libro de natus lleno de BOMBOLLAS. Ahí está tu compañero, con su aeronfix tan bien pegadito, tan pulcro...y tú recuerdas a tu padre cagádose en la puta con el rodillo de amasar el pan en una mano y el aeronfix pegándosele a los pelos del brazo, y lloras y le dices "así no..." y entonces tu pobre padre quiere rectificar y aaaaahhhhhh...despega el aeronfix y se lleva un trozo de la palabra MEDI de la portada mientras tú miras desolado la montaña de libros que le quedan por forrar...Y lo peor es cuando le preguntas para qué hay que forrarlos y tiene los huevos de contestarte: "pues para que no se te estropeen".

En fin campeones, brindad por los buenos tiempos, salut y feliz vuelta al cole!

Clara MarSe