Primer aniversario
Ha sido un día agridulce. Estamos bien, más o menos. Un poco mejor que el año pasado, quizás. O puede que no. La verdad es que no hemos hablado de ello hoy. Hemos conmemorado este primer aniversario de tu muerte yendo a misa, sintiéndote y llorando al escuchar tu nombre, abrazándonos fuerte a la salida y comiendo juntos en vuestra casa. En tu casa. Sintiéndote aún más. Porque parece que sigues allí, que vas a salir de la cocina en cualquier momento con más bandejas para decirnos que no hemos comido nada. Te echo muchísimo de menos. Llenabas tanto que hay días que aún pienso si será verdad que hayas podido irte. Y sé que soy de las que tiene la parte fácil, la de llegar a mi casa, cerrar la puerta y seguir con mi vida. Sé que para ellos el dolor es insoportable. Él te echa tanto de menos...Creo que nunca imaginó la vida sin ti. Nadie la imaginábamos. Es rara la vida sin ti, tita. Es dura, es triste, está vacía. "Es incompatible con la vida", dijo uno de aquellos